Cazar con halcones ha sido esencial en la historia beduina de la península arábiga durante 10.000 años. Los arqueólogos han descubierto indicios de la presencia de estas aves entre los restos de la civilización neolítica de Al-Magar encontrados en la región. Aunque los halcones eran básicos para sobrevivir en el inmisericorde desierto, la caza está prohibida en gran parte de la región desértica desde 1975. Pero el boato sigue. Hoy, el «deporte de reyes» es un hobby popular en la región del Golfo. Y aunque muchos relacionan cetrería con la élite y realeza de la región, sigue teniendo un papel importante en la vida saudí local. La edición de 2019 del Festival Anual de Cetrería Rey Abdulaziz, que se celebra cerca de Riad en diciembre, llegó incluso a ganar un récord mundial Guinness por la participación de 2,350 halcones. 
 

¿Por qué tener un halcón es un símbolo de estatus? «En muchas partes del mundo, tener un caballo denota prestigio, lo mismo ocurre aquí con los halcones », dice Luluah Alrasheed, guía turística de Shamal. «La cetrería es muy importante. Es una de las principales atracciones del país por su tradición».

Domar y entrenar a estas majestuosas rapaces no es tarea fácil, y los halcones más codiciados pueden llegar a costar 250. 000 (unos 66.654 $). Teniendo en cuenta su valor, no es sorprendente ver a un halcón volando en primera clase. «Los jeques suelen viajar con sus halcones cuando van a festivales, y los tratan como a hijos, así que vuelan en primera», afirma Alrasheed. 
 

Acontecimientos como el Festival de Cetrería Rey Abdulaziz atraen a miles de cetreros de toda Arabia Saudí y de la región del Golfo. «La idea principal del festival es mostrar la identidad, el patrimonio y las tradiciones saudíes a las generaciones futuras», cuenta Alrasheed. También cita las carreras de halcones y las subastas como los eventos principales del festival.

Además de batir récords, el festival de 2019 marcó el inicio de una nueva era: la cetrera saudí Adhari Al-Khaldi se convirtió en la primera mujer en participar en el mismo. Aunque su marido y su familia siempre le han apoyado, Al-Khaldi ha tenido que superar muchos obstáculos en un deporte tradicionalmente masculino. Pero al tiempo que se eliminaban las barreras en todo el reino, Al-Khaldi y su halcón participaron en la competición Al-Milwah de 400 metros. Ella está allanando el camino para la nueva generación de cetreras, que por fin pueden convertir su pasión en una profesión.