Los dátiles son todo un símbolo de la hospitalidad árabe y una parte básica de la vida en el reino. Por ejemplo: cuando uno entra en una casa u oficina saudí, normalmente se le recibe con dátiles y qahwa (café árabe). Las palmeras datileras se citan 22 veces en el Corán, y el profeta Mahoma dijo una vez que no pasaría hambre la gente de la casa en la que hubiera dátiles —esta fruta nutritiva es un básico de la dieta saudí desde la antigüedad—.

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La historia de los dátiles saudíes

El reino es el tercer productor mundial de dátiles, que se cultivan y venden en toda la región desde el 7.000 a. C. Son esenciales tanto para lo economía como para la dieta, por lo que no es de extrañar que el emblema de Arabia Saudí incluya una palmera datilera entre dos espadas cruzadas. Cada año se recogen a mano unas 800.000 toneladas. Después, los dátiles pasan por cuatro fases de maduración: kimri (todavía sin madurar, verde), khalal (tamaño máximo, crujiente, amarillo), rutab (maduro, blando) y tamar (maduro, secado al sol, oscuro). Los dátiles se pueden disfrutar en todas estas fases.

El valor nutricional de los dátiles

Se dice que en Ramadán, el profeta Mahoma rompía el ayuno con dátiles y agua, y muchos musulmanes de todo el mundo siguen su ejemplo, ya que los dátiles contienen carbohidratos, que sirven para recuperar la energía después de un largo día de ayuno, y proteína y fibra, que favorecen una digestión lenta, lo que evita el bajón de azúcar. 

Los dátiles, que no tienen grasa, colesterol ni sodio, son muy nutritivos. Tienen más potasio que los plátanos, lo que facilita la recuperación muscular y ayuda a regular la presión arterial. Los dátiles son ricos en vitaminas y minerales esenciales, como calcio, cobre, magnesio, vitamina K y vitamina B, y tienen propiedades antiinflamatorias que estimulan la salud cerebral y antioxidantes que previenen enfermedades. Algunos estudios demuestran que comer dátiles a diario durante el último trimestre de embarazo estimula el parto natural.

Además de sus bondades nutricionales, los dátiles son deliciosos. Aparte del dátil medjool, uno de los más conocidos, en Arabia Saudí se cultivan más de 300 variedades, cada una con una textura y un sabor únicos.

Se pueden rellenar con frutos secos o fruta confitada, se pueden machacar y utilizar para preparar galletas y repostería, e incluso se pueden añadir a platos de arroz salados. Pero muchos saudíes afirmen que la mejor forma de apreciar un dátil es comerlo al natural.

 

Si ya sabe qué tipo de dátiles quiere, puede comprarlos en un hipermercado, como el Carrefour. También puede probar los dátiles y comprarlos en una tienda de dátiles, como Talah Al-Jood o Bateel, donde se expone la fruta como si fuera joyería y se envasa en bonitos paquetes a juego. Sin embargo, probablemente la mejor forma de comprar dátiles sea la tradicional. Visite algún zoco antiguo de la ciudad, donde se venden dátiles recién cosechados de agosto a noviembre, hable con los vendedores sobre sus variedades y regatee para conseguir el mejor precio.

Si tiene la oportunidad, visite el zoco Al Tumor, el mercado central de dátiles de Medina, con más de 100 vendedores que ofrecen más de 150 variedades de dátiles. Al probarlos, pártalos por la mitad con los dedos para quitar el hueso y asegurarse de que no tienen ningún tipo de bicho.

Aunque hay tantas que es difícil elegir, no se olvide de incluir en su lista estas 10 variedades:

 
  • Ajwa

  • Anbara

  • Barhi: solo disponible en temporada. Estos dátiles amarillos son muy frágiles y se suelen vender todavía enganchados a las ramas. Están más ricos frescos (en vez de secos), cuando son crujientes y ligeramente dulces.

  • Khalas

  • Khudri: una de las variedades más comunes. Estos dátiles grandes, de color rojo oscuro, tienen una piel dulce y una carne un poco dura. Son los dátiles que más se exportan y los que normalmente se ofrecen las tiendas y las recepciones de los hoteles.

  • Mabroom

  • Safawi

  • Saghai

  • Sukary: estos dátiles dorados se cultivan en la región de Casim y toman su nombre, muy acertadamente, de la palabra «azúcar» en árabe. Cuando están secos suelen tener una capa de azúcar cristalizado crujiente en el exterior y un interior blando que recuerda a un caramelo.

  • Zahidi