¿Qué tienen en común los cohetes, las aplicaciones como WhatsApp y las vacunas? Todas son posibles gracias al CTIM, acrónimo de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Aunque solía ser un campo ampliamente dominado por los hombres, las mujeres de todo el mundo, incluidas las saudíes, están logrando grandes avances en las carreras CTIM y están participando en la búsqueda de soluciones innovadoras para los retos actuales y futuros.
Mishaal Ashemimry comenzó a plantearse preguntas cuando tenía seis años y estaba con su madre en el desierto saudí de Unayzah, contemplando el cielo estrellado.
«El desierto es un lugar precioso por la noche… básicamente se reduce a ti y la luz de las estrellas. Vi una gran cantidad de estrellas y me quedé fascinada, intentando comprender lo que era aquello», explica Ashemimry. «Empecé a hacerle preguntas a mi madre y a todo el que conocía. ¿De qué estaban hechas aquellas estrellas? ¿Por qué algunas brillaban más que otras? Y nadie era capaz de darme las respuestas correctas».
Esta experiencia guio a Ashemimry en su propósito. «La mejor manera de comprender lo que había allí arriba era llegar hasta allí», se decía. «“La única forma de ir allí es en cohete, por lo tengo que convertirme en alguien que fabrica cohetes para poder llegar allí”. Así razonaba con seis años».
La americanasaudí ha cursado un máster de ingeniería aeroespacial, ha llevado a cabo estudios para la NASA sobre los cohetes termonucleares para las misiones a Marte, creó su propia empresa de cohetes con 26 años y ahora asesora a una importante empresa contratista espacial y de defensa. Ha sido aclamada como la primera ingeniera aeroespacial del CCEAG y ha recibido gran variedad de reconocimientos, desde el premio a la Mujer Inspiradora del Año concedido en 2015 por los Premios a la Mujer Árabe hasta el galardón otorgado por el rey Salmán bin Abdulaziz al-Saúd en 2018 en reconocimiento a sus logros científicos. Además de su interés por los cohetes, Mishaal Ashemimry siempre ha querido pilotar un avión, incluso cuando estaba en el instituto. Finalmente se decidió a obtener su título de piloto en 2018, cuando ya tenía 30 años. Ella recalca que nunca es demasiado tarde para hacer algo que amas.
Actualmente también se dedica a informar a las mujeres jóvenes (y a los jóvenes en general) sobre ciencias y matemáticas. En sus canales de YouTube, Instagram y Snapchat, resuelve en árabe cuestiones sobre el proyecto Cassini-Huygens, la teoría de la relatividad y relativas a los cohetes y los aviones. Graba sus vídeos y tutoriales en árabe porque muchos contenidos científicos están disponibles en inglés pero no en árabe. «Puede que al verlo no entiendan todo, puede que solo comprendan una parte, pero estos contenidos siembran la semilla de la curiosidad», explica.
El interés en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas en toda Arabia queda patente no solo en el número de comentarios y seguidores de Ashemimry, sino también en los resultados de una encuesta llevada a cabo recientemente en el país. Según la encuesta del Ministerio de Educación de Arabia Saudí llevada a cabo en las redes sociales, el 80 % de las niñas saudíes tiene interés en estudiar carreras CTIM. Además, un 60 % de los graduados en ciencias de Arabia Saudí son mujeres. Es más, en el mundo árabe, una de cada tres start-ups la dirigen o la han creado mujeres.
Además de la ingeniería aeroespacial, la medicina es otro de los campos donde aumenta el número de mujeres saudíes implicadas en la investigación orientada a CTIM. Por ejemplo, entre las seis científicas galardonadas en la sexta edición de los premios L’Oreal-UNESCO Por las Mujeres en la Ciencia de Oriente Próximo celebrados en Dubái en 2019 había dos mujeres saudíes, Wafa Audeh Altalhi y Asma Al Amoodi. Todas las científicas recibieron una beca por sus logros.
Altahi recibió 20.000 euros en la categoría de postdoctorado. Su investigación gira en torno a los trasplantes de órgano sin donantes y se centra en la bioingeniería de órganos y tejidos específicos para cada paciente. La graduada en laboratorio clínico por la Universidad Umm Al-Qura también obtuvo su máster en medicina celular y molecular y su doctorado en laboratorio clínico y biopatología en la Universidad de Ottawa en Toronto. Está llevando a cabo su beca postdoctoral en Harvard y el Massachusetts General Hospital.
Por su parte, en la categoría de estudiantes de doctorado, la doctoranda Al Amoodi de la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdalá fue galardonada con 8.000 euros. Su investigación se centra en los tratamientos con células madre, particularmente en la investigación de formas de mejorar la eficacia de los trasplantes de médula ósea.
Una de las mujeres más importantes de Arabia Saudí en el ámbito CTIM es la doctora Samira Islam, la primera saudí en obtener un doctorado. La doctora Islam ha trabajado para la Organización Mundial de la Salud, ha ganado un premio de ciencias de la Unesco, encabeza la Unidad de Control de Fármacos del Centro de Investigación Médico Rey Fahd y ha implantado un sistema de escolarización para niñas en Arabia.
Hey!
Inicie sesión o regístrese para guardar sus lugares de interés favoritos