Senderismo por el desierto, buceo en el mar Rojo, conducir por las montañas… puede que Arabia Saudí sea un país diverso, pero hasta hace poco era en gran medida desconocido para los turistas internacionales. «Sigue siendo un destino muy misterioso» comenta Daniel Ponzo, presidente de Zahid Travel Group, un expatriado italosuizo que vive en Yida. «Nadie se imagina lo que esconde Arabia Saudí en términos de patrimonio, cultura, paisaje, desiertos, playas preciosas y mar».
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Los mejores guías hacen mucho más que gestionar la logística. A menudo, el guía es la llave para conocer la auténtica cultura saudí. «Un buen guía transmite su pasión» afirma Ponzo. Esto es algo esencial en una cultura que ha sido tan malinterpretada por tanta gente durante tanto tiempo, porque un guía puede resolver sus dudas y ofrecer una visión real de la vida saudí. «Creo que un país con un patrimonio cultural tan variado debe explicarlo un guía local, para que los visitantes saquen el máximo partido a su estancia» añade Ponzo.
El turismo está en crecimiento en Arabia Saudí, por lo que Ponzo recomienda reservar cuanto antes, porque todo es tan nuevo que puede que no haya suficientes guías cualificados. Algunos destinos, como Al-Ula, son la primera opción de muchos, pero como hay un número limitado de alojamientos puede que se agoten pronto.
Comprender las tradiciones y normas culturales de un país ayuda a sentirse más acogido y es algo que la población de dicho país siempre valora. La abaya no es obligatoria para las turistas, pero sigue siendo importante vestir de forma modesta. La propina no es obligatoria, pero se suele dejar entre el 10% y el 15% de propina en restaurantes y a los guías.
Los guías también le ayudarán a entender las diferentes regiones del país. «Hay algunas diferencias culturales entre los beduinos y la gente de la ciudad, por ejemplo», comenta Almahmoud. También pueden explicar algunas costumbres del reino, como la tradición de tomar el café con la mano derecha.
Y no hay que olvidar que la hospitalidad es de doble sentido. «Ahora que el país se ha abierto, cuando los saudíes ven viajeros, dicen sonriendo “Bienvenido a Arabia Saudí”» sigue Ponzo. ¿Por qué no devolverles el favor? «Recordad,» añade Almahmoud, «sonreír y saludar son básicos para ganarse a la gente».
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