Medina, a pesar de su acelerado crecimiento a partir de su origen humilde, sigue conservando su carácter histórico de pueblo oasis. Su cocina se basa sobre todo en productos locales, como dátiles, hierbas aromáticas o incluso las famosas hojas de menta. Estos ingredientes están siempre presentes, de una u otra forma, en los platos de la ciudad.
El shorbat hub es una sopa en la que la carne y los tomates se combinan a la perfección. En las casas tradicionales de Hiyaz, «hub» se refiere a los cereales. Todo es más acogedor cuando se pone a la mesa un cuenco de shorbat hub, que normalmente se sirve con vinagre y salsa de cebolla.
Este plato de arroz es ligeramente dulce por la enorme cantidad de pasas y zanahorias que se utilizan en la receta. Se suele servir con pollo asado y una guarnición de «duggus» (salsa de tomate). Este plato es uno de los favoritos de la ciudad. ¡No se lo pierda!
Se fríe la carne con especias como canela, cardamomo, clavo, laurel, limón negro y cebollas hasta que se ablanda. Después se añade ajo, pimiento picante y tomate. La estrella de este plato contundente es la deliciosa okra que se cocina con la carne.
El buff es una samosa semicircular que se rellena de diferentes ingredientes, aunque el más habitual suele ser la carne picada. Es un plato básico en Ramadán, ya que se suele tomar para romper el ayuno.
El buraik es una masa de hojaldre con diferentes rellenos, el más habitual el de queso y menta. Se hornea para que esté crujiente por fuera y se derrita el relleno por dentro.
No hace falta esperar al desayuno para disfrutar de este pan parecido a un bagel. Está igual de rico si se toma con la merienda.
Esta ensalada es una mezcla de las verduras que siempre se tienen a mano, como tomates, pepino y perejil. No se suele aliñar con nada, por lo que tiene un sabor muy puro.
Este kebab se sale de la norma: añade verduras e incluso arroz a un kebab. Pero, sorprendentemente, las espinacas, el arroz y la carne picada combinan extraordinariamente bien.
Es alucinante la variedad de dulces que hay en la región de Hiyaz. Es fácil ir de pastelería en pastelería y descubrir algo nuevo en cada una. En cuanto pruebe esta pasta dulce y crujiente, ya no podrá parar.
Aunque este pan parecido a una tortita no es exclusivo de Medina —también se toma en Somalia, al otro lado del mar Rojo— se ha convertido en un básico de la gastronomía de la ciudad.
El turomba es un postre que se suele tomar tras una comida copiosa, como mandi o kabsa. Es ligero y blando por dentro, pero crujiente por fuera: lo mejor para acompañar una taza de té.
Podría decirse que en cualquier lado se puede tomar té rojo con menta, pero este es especial por la menta de Medina, famosa por su aroma intenso. Los turistas suelen llevarse a casa un montón de menta. Se añaden ramas de menta de la zona al té rojo para aromatizarlo. Además, se cree que facilita la digestión.
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