La granada se cultiva en todo el Mediterráneo y en la península arábiga, incluyendo Arabia Saudí, desde la antigüedad. Las granadas aparecen incluso en el Corán, que las describe como uno de los «regalos del paraíso». En las plantaciones de las regiones de Al Baha y Taif los más de 200.000 granados producen 30.000 tonel...

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Para que un granado empiece a dar fruto hacen falta tres o cuatro años. La cosecha tiene lugar unos seis meses después de que el árbol empiece a florecer (en Arabia Saudí la fruta se suele recoger de julio a octubre). La fruta no sigue madurando cuando ya no está en el árbol, por lo que hay que comprobar si está madura antes de que empiece la cosecha. Cuando se golpea con el dedo, la fruta debe hacer un sonido metálico. Entonces se tiene que cortar, tallo incluido, y no arrancar de las ramas del árbol.
 

Aunque las granadas rojas son las más reconocibles, hay una variedad local saudí, la «mangulati», con tonos que van del rojo al rosa y del amarillo al verde. Al igual que con todas las granadas, su madurez la indica su sabor, no el color. A medida que la fruta va madurando, el sabor ácido de las semillas da paso a un intenso dulzor.

El valor nutricional de las granadas

Las granadas no solo son apreciadas por su increíble sabor, sino también por sus propiedades medicinales. Se considera que las granadas son un superalimento por su alto nivel de fibra y antioxidantes, pero también se cree que ayudan a estabilizar el colesterol y el azúcar en sangre, retrasar el crecimiento de las células cancerosas y reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiacas. También tienen gran cantidad de vitaminas C, B5, A y E y minerales como calcio, potasio y hierro. Las semillas poseen gran variedad de micronutrientes, fitoesteroles, ácidos grasos esenciales y fibra. En la medicina tradicional de Oriente Próximo se utiliza la piel de granada en polvo para tratar quemaduras, cortes y heridas infectadas. La piel seca se hierve para preparar un caldo que se utiliza para aliviar el dolor de garganta y facilitar la digestión.

Cómo se toman las granadas en Arabia Saudí

Cada arilo (envoltura) tiene una sola semilla en el centro, rodeada de jugo, contenido en una bolsa de piel fina y transparente. Todo el arilo es comestible, y su textura crujiente da paso a una explosión de sabor. En Arabia Saudí se utiliza la fruta en todos los estados de maduración: las granadas ácidas sustituyen a la lima como ingrediente ácido en platos y bebidas, el zumo sirve para preparar sirope y melaza para tartas, y los granos dulces de la fruta madura son un exquisito aperitivo de temporada.
 

Cuando están en temporada, las granadas se cortan por la mitad para mostrar sus semillas y se añaden a las bandejas de fruta que se ofrecen a los huéspedes como señal de hospitalidad. Los granos también se utilizan para decorar ensaladas y platos salados. (Para preparar una deliciosa ensalada de granada y pepino solo hay que mezclar dos tazas de pepino en dados con una taza de granos de granada, añadir el zumo de un limón y un poco de sal). La forma más habitual de consumir la granada en Arabia Saudí es en zumo, en uno de los numerosos puestos de zumos, o simplemente comer los granos solos como aperitivo.

Cómo pelar la granada

Una de las partes más complicadas para disfrutar de esta fruta es acceder a los granos. Primero, hay que girar la granada sobre una superficie dura para soltar los granos, después hay que cortar la «flor» superior y cortar la fruta en rodajas por la parte blanca o simplemente partirla por la mitad con las manos. Se pueden utilizar los dedos para sacar los granos uno a uno y comerlos inmediatamente o sacarlos todos a la vez para utilizarlos en una ensalada, por ejemplo. Para sacar todos los granos, sumerja las mitades o trozos en un cuenco de agua y sáquelos con los dedos (esto evita que el zumo tiña todo de rojo) o ponga la fruta cortada boca abajo en un cuenco y suelte los granos golpeando la piel de la granada con una cuchara.