Si le invitan a cenar a una casa de Hail, espere encontrar un montón de platos preparados como manda la tradición. En Hail, la hospitalidad se demuestra presentando todas las recetas que se han ido pasando de generación en generación en esta región que atesora miles de años de historia.
Las hojas de parra rellenas son habituales en las cocinas mediterránea y levantina. En Hail la base es la misma, lo que marca la diferencia son las especias. El kabeba se toma como aperitivo o como parte de una comida más copiosa, pero es una buena opción en cualquier momento del día.
A menudo reservado para las ocasiones especiales, el taman es un plato que requiere tiempo y paciencia. A diferencia de otras recetas tradicionales que huyen de las especias, el taman incluye muchísimas, lo que hace que este plato de arroz y carne atraiga a personas de diferentes gustos.
El trigo partido se cuece en el caldo y absorbe el sabor de la carne y las especias de la región. El jareesh es una sabrosa combinación de ingredientes deliciosos y contundentes.
El tharid, tremendamente popular en Ramadán, es un guiso de trozos de pan con caldo de carne o verduras. El más habitual suele ser de cordero. Este guiso es perfecto para entrar en calor los días más fríos.
El margoog es un guiso sano y contundente que lleva cordero, harina de trigo, verduras y especias locales como canela, comino, cilantro, limón negro y pimienta negra, que le da ese toque especial.
El marasiya es una tortita esponjosa y ligera que se sirve con ingredientes dulces o salados, como queso, miel y melaza de dátiles. Es uno de los postres favoritos de la región de Najd.
El asida es una especialidad local elaborada con harina cocida y acompañada de mantequilla y miel o sirope de dátiles. Aunque solo lleva tres ingredientes, el plato es delicioso y muy sabroso.
A pesar de que el maqshoosh se prepara relativamente rápido, el plato supera las expectativas. Es irresistible cuando está recién hecho. Este plato dulce no es de los que presentan toda una gama de sabores, más bien es de aquellos que demuestran que incluso las mejores cosas pueden prepararse con los ingredientes más sencillos.
Antes de que el trigo se convirtiera en un ingrediente básico en la región, la cebada ocupaba ese lugar. Muchas de las especialidades tradicionales siguen llevando cebada, como este plato llamado hanini. El hanini, un plato de invierno, se prepara principalmente con dátiles y cebada. Los restaurantes que lo sirven hoy en día se han tomado algunas licencias creativas y han añadido nata y rodajas de queso a la mezcla. Disfrútelo con una taza de café.
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